Pinzas impresas en 3D libres de mantenimiento

• Qué se necesitaba: Pinza para el atornillado mecánico de la tapa
• Requisitos: Higiénico, uso sin lubricante, rentable, rápida disponibilidad, poco peso
• Sector: Industria de envasado de productos cosméticos
• Proceso de fabricación: Moldeo por filamento (FDM)
• Material: iglidur ® i150
• Éxito para el cliente: Un 85% de ahorro en los costes de las pinzas, así como una entrega un 70% más rápida. Además, el filamento iglidur® utilizado es hasta 50 veces más resistente al desgaste en comparación con materiales estándar como el poliactido (PLA)

La empresa Carecos Kosmetik GmbH se enfrentaba al siguiente problema: con motivo de un cambio de producto, la empresa tenía que encargar la fabricación de nuevas pinzas para sus máquinas de envasado, que agarran las tapas y las enroscan en los envases. Carecos Kosmetik había optado anteriormente por el complejo proceso de fresado de una pinza de aluminio. Esto costaba hasta 10.000 euros por unidad y tardaba unas seis semanas en producirse. Un tiempo de espera demasiado largo en un sector industrial en el que, en los albores de la era de la Industria 4.0, es cada vez más importante poder producir lotes pequeños de forma económica. En la búsqueda de una alternativa más flexible impresa en 3D, había que encontrar filamentos que funcionaran de forma fiable incluso bajo la influencia del desgaste constante. Esto se debe a que casi todos los elementos de una pinza son móviles y se deslizan sobre superficies, ejes y pasadores mientras se mueven.

Debido a los elevados costes y al largo tiempo de producción de las pinzas metálicas, Carecos Kosmetik GmbH probó inicialmente la impresión en 3D de las pinzas utilizando plásticos estándar como ABS y PLA. Sin embargo, los procesos de impresión no dieron resultados satisfactorios. El fabricante recurrió entonces a nosotros y, con el filamento tribológicamente optimizado iglidur® i150, encontró un material extremadamente estable y al mismo tiempo muy resistente a los impactos para la impresión 3D, con el que se puede imprimir una pinza en un plazo de 10 a 12 horas.
Las piezas metálicas a menudo tienen que estar provistas de casquillos de cojinete separados o lubricados en la aplicación. Gracias al uso de iglidur® i150 en la impresión 3D, la empresa pudo ahorrar hasta un 85 por ciento de los costes y un 70 por ciento del tiempo de fabricación en comparación con los formatos de aluminio seleccionados anteriormente. Además, las pinzas de plástico son siete veces más ligeras que las metálicas. Además de iglidur® i150, igus® ofrece varios otros filamentos para la impresión de piezas resistentes al desgaste en una amplia gama de escenarios de aplicación**.En comparación con materiales estándar como el polilactido (PLA), estos son hasta 50 veces más** resistentes al desgaste y pueden ser procesados en todas las impresoras 3D disponibles en el mercado.