Debido a las largas distancias de desplazamiento en la construcción de grúas, los requisitos de seguridad operativa son especialmente elevados. El reto consiste en evitar costosas paradas y, por tanto, tiempos de inactividad.
Además, los largos recorridos también implican que los cables que los componen son muy pesados. Por este motivo, la cadena portacables debe poder soportar este peso de forma adecuada. También hay que garantizar que no se produzcan pérdidas en la transmisión de datos y energía durante este recorrido.
Por ejemplo, el carro que recorren las grúas barco-costera se desplaza a una velocidad de 250 m/min.
En los puertos, las grúas están expuestas a la intemperie, por lo que las cadenas portacables y los cables deben ser resistentes y soportar las duras condiciones ambientales.