Las rótulas utilizadas en el brazo robótico son cabezas de rótula igubal®, resistentes a la corrosión y a temperaturas de -40 a +200 grados Celsius. También son resistentes a los medios, los rayos UV, la radiación radioactiva, la suciedad y el polvo. Y, a diferencia de sus homólogas metálicas, las cabezas articuladas son capaces de absorber las vibraciones. Las cabezas articuladas igubal® son ideales para esta aplicación porque son ligeras, económicas y muy robustas.
Una vez instalados, los cojinetes de tribo-polímero no requieren más atención - gracias a su diseño libre de lubricantes, el mantenimiento ya no es necesario. A diferencia de los cojinetes metálicos lubricados, no se forman mezclas resinosas o pastosas que fijen la suciedad al punto de apoyo. Incluso en caso de suciedad extrema, los cojinetes de deslizamiento de los elementos de fricción igubal® no necesitan obturación. Esto se aplica tanto al polvo fino como a la suciedad gruesa. Además, las rótulas de polímero son hasta un 80% más ligeras que los cojinetes metálicos. En este caso, se montan doce cabezas de rótula por cada brazo del robot, lo que equivale a 24 cabezas de rótula de este tipo para dos brazos. Esto favorece notablemente las construcciones ligeras y al mismo tiempo reduce el consumo de energía, que en este caso era un criterio importante para el cliente debido al funcionamiento solar.